Sin lugar a dudas, es la pregunta que más recibimos en nuestra gestoría a la hora de crear una empresa y desarrollar esa idea que ahora mismo ronda en tu cabeza. Decidirse entre la forma jurídica del autónomo o sociedad limitada suele ser uno de los primeros quebraderos de cabeza en el mundo de los emprendedores.
Desde cómo aplicar el derecho laboral sobre nuestra empresa hasta cómo se gestionan las facturas de autónomos en caso de decidirnos por esta opción. Es probable que te puedas ver superado por la gran variedad de trámites que debes realizar para la creación de una empresa.
Un nuevo camino está a punto de empezar. Seguramente deberás tomar decisiones para las que creas que aún no estás preparado y desarrollar oportunidades de negocio que pronto se conviertan en tu modo de vida.
La respuesta a todas tus dudas, en este artículo.
¿Autónomo o sociedad? → 5 criterios a tener en cuenta
Como gestoría profesional, nos podría resultar muy sencillo daros una solución fija a la pregunta del post para que resultara lo más claro posible. No obstante, no sería realista. Las ideas de negocios rentables son capitales que sólo ganan intereses en manos del talento adecuado.
Para tomar tu decisión final, existen 5 pautas imprescindibles a tener en cuenta para decidirnos entre autónomo o sociedad
1) N° de personas → ¿Soy autónomo o seré socio trabajador?
Puede sonar excesivamente lógico, pero a la hora de decidirnos entre autónomo o sociedad, necesitamos tener en cuenta quién nos acompañará en nuestro proyecto empresarial. Si vas a realizar una actividad profesional de forma habitual, personal y por cuenta propia (Por ejemplo, un diseñador gráfico), lo más sencillo es apostar por ser autónomo.
Si estás decidiendo entre varios amigos qué negocio montar (Por ejemplo, una pequeña agencia de diseñadores gráficos) apostar por los diferentes tipos de sociedades reguladas en la legalidad vigente es la mejor opción.
Aunque la SL es la elección más común entre las sociedades, en nuestro ordenamiento jurídico se establecen diferentes tipos de formas jurídicas en función del número de socios, el grado de responsabilidad o el capital que aportemos para su creación.
¿Qué es una sociedad limitada unipersonal? El hecho de que sólo seas una persona no significa que no puedas elegir la figura jurídica de la sociedad. Puedes crear una sociedad unipersonal. Los trámites jurídicos de creación de este modelo de empresa son los mismos que los de la sociedad limitada.
2) Crear empresa: Arrancar el proyecto
Los inicios son siempre lo más difícil y el momento clave para establecer los cimientos de nuestro negocio. Dentro del dilema de autónomo o sociedad, lo cierto es que aquí encontramos una de las principales ventajas de ser autónomo.
Es suficiente con darse de alta como autónomo en Hacienda y en la seguridad social y podemos hacerlo incluso de forma online en el PAE (Punto de atención al emprendedor) o de manera presencial en los correspondientes organismos. Estas gestiones son gratuitas.
Además, en caso de que queramos finalizar la actividad y darnos de baja como autónomos, esto no supondrá un coste extra para nuestro bolsillo, algo que sí sucede con aquellos que optaron por una sociedad de responsabilidad limitada. Es por ello que muchas personas prefieren dejar inactiva la empresa en vez de proceder a su liquidación.
Si optamos por crear una sociedad limitada nueva empresa, aunque podemos acudir al PAE y hacerlo de manera online, los trámites de gestión no serán tan rápidos, ya que deberemos acudir a un notario que redacte los estatutos de una sociedad limitada, otorgue escritura pública etc… Estos gastos ya ascienden a 300 y 500 €.
3) Capital mínimo SL & Beneficio Neto
A la hora de decidirnos entre autónomo y sociedad, el dinero que contemos al principio así como las previsiones de ingresos que tengamos para la actividad de nuestro negocio serán clave para tomar nuestra decisión.
El capital mínimo de una sociedad limitada es de 3000€, mientas que el capital mínimo de una sociedad anónima asciende ya a 60000 € (No obstante, esta forma jurídica solo se tiene en cuenta para crear una sociedad de gran envergadura, no siendo habitual en proyectos iniciales de actividades de emprendedor)
Por otro lado, el alta de autónomo es gratuita y no necesita una primera inversión inicial. Otro aspecto fundamental es el beneficio neto que vas a obtener con la actividad de tu empresa. En el dilema de autónomo o sociedad, es precavido empezar siendo autónomo si desconoces cuanto ingresará tu empresa los primeros años.
No obstante, si conoces el beneficio neto de tu empresa (El cual se obtiene calculando los ingresos de tu negocio y restándole los gastos del día a día) tiene sentido elegir la figura de las sociedades limitadas para pagar menos impuestos
4) Autónomo o sociedad → ¿Qué responsabilidad exige cada una?
Otro aspecto fundamental para decidirnos entre autónomo o sociedad es el riesgo como emprendedores que estamos dispuestos asumir frente a futuros inconvenientes.
La norma general es que, en caso de pérdidas, el autónomo responde personalmente con su patrimonio por las deudas generadas en la actividad de su empresa mientras que si procedemos a crear una SL, solo responderemos con las aportaciones realizadas para la creación de la sociedad.
Además, es importante analizar la actividad que realizaremos como autónomo. No es lo mismo trabajar como periodista freelance o peluquero, en cuyo caso es difícil que la actividad de nuestra empresa genere pérdidas, que hacerlo como constructor. En este caso, es recomendable proteger el patrimonio a través de la constitución de una sociedad limitada.
Además, desde hace no demasiado tiempo, nuestro ordenamiento legal ha reconocido la figura del emprendedor de responsabilidad limitada, que se define como la persona que realiza en nombre propio y por medio de una sociedad, una actividad comercial, industrial o profesional.
Esta figura se caracteriza por excluir de la responsabilidad del empresario las deudas que tengan su origen en la actividad empresarial su vivienda habitual, siempre y cuando cumpla unos determinados requisitos.
5) Régimen tributario aplicable
Sin lugar a dudas, este es el punto más importante a la hora de decidirnos entre autónomo o sociedad (Algo ya mencionado en apartado 3). Por ello, explicaremos los beneficios de cada uno:
¿Qué impuestos paga un autónomo?
Una vez se han dado de alta, los autónomos tributan por el IRPF (Impuesto sobre la renta de personas físicas) de manera gradual. Es decir, cuanto más ganas, mayor es el porcentaje tributario que se aplica a tus beneficios.
EJEMPLO REAL: Si facturamos hasta 12450€, el 19% de ese dinero deberemos abonarlo en calidad de impuestos, mientras que si ganamos hasta 35.200€, el porcentaje de impuestos que debemos pagar es del 30%. También debemos tener en cuenta que existen algunas exenciones tributarias. Así por ejemplo, durante los tres primeros años de tu actividad, la retención a practicar será de un 7%.
A esto debemos sumarle la cuota de autónomos. Es un importe que varía en función de diversos factores pudiendo ir desde 50€ (sólo si hemos cogido las bonificaciones disponibles) hasta 275€. Esta se incrementa a medida que nos acercamos a jubilación.
Impuestos sociedad limitada
Esta es una de las ventajas de una sociedad limitada en el dilema autónomo o sociedad. El impuesto de sociedades tributa a tipo fijo (25%) con independencia de los ingresos que genera la actividad de nuestra empresa. Además, en caso de que creemos una sociedad nueva empresa limitada, durante el primer año se nos aplicará un gravamen del 15%.
Autónomo o sociedad → Conclusión final
Como ya os contábamos al principio de nuestro post, no existe una solución única o correcta en el dilema autónomo o sociedad. Es necesario sentarnos a analizar nuestro proyecto, desde el motivo de su creación hasta la previsión de ingresos de los primeros años.
Sin entrar en parámetros taxativos y manteniendo criterios lo más genéricos posibles, es recomendable empezar siendo autónomo y si la actividad funciona, transformar nuestra empresa en una sociedad limitada. También, si prevemos unos ingresos superiores a 40000€ el primer año, tiene sentido apostar por la figura jurídica de la sociedad limitada desde el principio.
Lo que sí es indiscutible es que con independencia de que seas autónomo o sociedad, a lo largo de tu actividad empresarial existirán múltiples labores de administración y contabilidad. Puedes contratar un sistema de facturación o apostar por una gestoría de confianza como Gestión Juridica.
Los primeros años en la actividad de tu empresa serán una auténtica locura, por lo que es importante que puedas dedicarte de manera exclusiva a tu actividad laboral y dejes las actividades administrativas en manos de profesionales.
Tanto si eres autónomo (o autónomo con laboral) como si deseas constituir una sociedad limitada, en Gestión Jurídica obtendrás un trato cercano, pero sobre todo rápido y eficaz, allanando las dificultades de los primeros años de emprendimiento y disfrutando del proceso de ver cómo tu proyecto crece poco a poco.